Ucrania, marzo de 2021

Encontrar a un interesado en recibir 300 kg de calabazas, no siempre es tarea fácil. Pero cuando los voluntarios de la localidad de Troshcha expresaron su preocupación, los de Vinnitsa contactaron con la administración de un hospital psiquiátrico, con el que ya habían colaborado anteriormente, y del que tenían la certeza de que aceptaría sin reparos una donación de semejante magnitud.
Y, efectivamente, la noticia de las calabazas contentó mucho al personal del hospital, y con gusto aceptaron dicha donación.
Concretamos la hora y un vehículo con remolque trajo 47 anaranjadas y gigantes calabazas recolectadas previamente por los voluntarios de Vinnitsa. Las cargamos, junto con un saco de 50 kg de papas (patatas), y llevamos el cargamento al hospital. Los empleados del comedor, que ya nos estaban esperando, nos recibieron con calidez, como si de viejos amigos se tratara, y entre todos descargamos las calabazas y patatas.
El personal agradeció afectuosamente el gesto y, por su parte, los voluntarios también estaban contentos por haber podido ayudar, una vez más, a los pacientes del hospital.